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Hempel y las paradojas de la confirmación

Carl Hempel en sus estudios sobre la lógica de la confirmación se ocupó de analizar el problema de las paradojas de la confirmación, sobre las que concluyó que sólo tenían un carácter aparente, como veremos en un próximo posteo.
El interés de Hempel tiene origen en la influencia que recibió de las posturas inductivistas del empirismo lógico y del propio Carnap, y en las enormes dificultades y críticas que afrontaron en la historia de la filosofía de la ciencia las nociones de inducción y de confirmación, varias de ellas provenientes de la fuerte pluma de Karl Popper.
La noción de confirmación es un concepto epistemológico, lo que no debe perderse de vista nunca. Se refiere, en principio, al apoyo que la evidencia, o los datos, o las observaciones le otorgan a una hipótesis.
Sin embargo, para Hempel, la confirmación no es un concepto semántico referido a una relación entre objetos o entidades y oraciones, sino que es una relación entre enunciados, conforme con la visión clásica.
Hempel menciona que dada la ley empírica
(1) Todos los cuervos son negros
existen las siguientes proposiciones lógicamente equivalentes a ella:
(2) Ningún cuervo es no negro
(3) Todo no cuervo es no negro


El criterio de confirmación de Nicod y las críticas de Hempel

Hempel argumenta cuestionando lo que se conoce como el criterio de confirmación de Nicod.

Jean Nicod propuso que si un "hecho consiste en la presencia de B en un caso de A, es favorable a la ley 'A implica B' (ser cuervo implica ser negro, en el ejemplo); por el contrario, si consiste en la ausencia de B en un caso de A, es desfavorable a ella".
Este criterio se aplica a las hipótesis que se pueden formular con un condicional universal y se basa en las nociones elementales de confirmación y desconfirmación. Lo que ocurre, según hace notar Hempel, es que el criterio no ofrece ninguna regla para la confirmación de hipótesis existenciales ("existe vida orgánica en otras estrellas") ni para aquellas cuya formulación lógica requiere emplear cuantificadores universales y existenciales ("todo humano muere al cabo de un número finito de años después de su nacimiento").
Por otra parte, las afimaciones (1) y (3) son lógicamente equivalentes, poseen el mismo contenido pues son formulaciones diferentes de la misma hipótesis.

Ocurre que dado un objeto (a) que es un cuervo negro y otro (b) que no es un cuervo y no es negro, estos confirmarían una hipótesis pero serían neutrales respecto de otra.
Ante esta situación, Carl Hempel propone un requisito al que denomina Condición de Equivalencia: "todo lo que confirme o desconfirme a una de dos oraciones equivalentes también confirma o desconfirma a la otra".

Este requisito tiene el propósito de que el criterio de confirmación sea independiente de la manera como se formula la hipótesis.

Las paradojas de la confirmación

Hempel señala que en las hipótesis condicionales universales de una sola variable, como en el ejemplo "Todos los cuervos son negros" es razonable adoptar una estipulación, presente en el criterio de Nicod, y a la cual considera condición suficiente de la confirmación, según la cual "es perfectamente razonable calificar un objeto como confirmatorio de una hipótesis si satisface su antecedente y su consecuente".
Cuando se considera esta estipulación junto con la condición de equivalencia ocurre que (a) confirma (1), y (b) confirma (2). Pero como (1) y (3) son equivalentes, (b) también confirma (1). Así que hay que admitir que todo objeto que no sea negro ni sea cuervo confirma "todos los cuervos son negros".

Luego, señala Hempel, toda hoja verde, toda vaca amarilla, etc. se convierte en un elemento de juicio confirmatorio de dicha hipótesis.
Pero esto no es todo, estas dos oraciones, (1) y (3) son también equivalentes a una cuarta:
(4) Todo objeto que es o no es un cuervo, o no es un cuervo o es negro

Esta formulación, por tener un primer componente de carácter analítico ("un objeto x es o no es un cuervo") resulta confirmada por cualquier objeto que satisfaga el consecuente: "un objeto x o no es un cuervo o es negro", manteniendo la estipulación antes mencionada.

Por tanto, habrá que admitir que cualquier objeto que no es cuervo confirma que todos los cuervos son negros, (1), puesto que confirma su equivalente (4).
Del mismo modo, cualquier objeto negro habrá de confirmar (1) en virtud de la condición de equivalencia.
Estas son las famosas paradojas de la confirmación estudiadas por Hempel. Oportunamente analizaremos la manera como las abordó el propio autor y algunos otros aspectos relacionados con las mismas.